Cuando hablamos de la alimentación de los bebés, muchas veces surgen dudas, sobre todo entre los padres primerizos: ¿Mejor lactancia materna o biberón?, ¿Cuándo empiezo a dar las primeras papillas?, ¿Es necesario introducir cereales en el biberón?, ¿Cuál es la mejor dieta para bebés?… Y así, miles de dudas infinitas que hacen que los padres y madres se vuelvan un poco locos. En esta categoría hablaremos sobre todo eso y mucho más, para poder aclarar todas las dudas que tengas sobre la alimentación de tu bebé.
Cuando el bebé nace, lo primero que necesita es el calostro que produce su madre, ya que éste le proporcionará todos los nutrientes que necesita, además de defensas que son muy necesarias para los primeros días de vida, posteriormente el calostro desaparecerá para dar paso a la leche materna, que es el único alimento que necesita tu bebé durante los primeros meses de vida.
Hay casos en los que la mamá no puede o no quiere dar el pecho, esto debemos respetarlo. En este caso la alternativa es la lactancia artificial. Existen muchas marcas de leche diferentes, pero todas llevan los mismos ingredientes básicos, después cambian algunos ingredientes extras. Por suerte, las leches artificiales están muy bien preparadas y, aunque no pueden igualar los beneficios de la lactancia materna, pueden alimentar al bebé sin problemas.
También existen casos en los que, por distintos motivos, la mamá no puede dar el pecho todo el día y combina el pecho con la lactancia artificial. A este tipo de lactancia le llamamos lactancia mixta.
Un bebé es lactante durante los dos primeros años de vida aproximadamente, la Organización Mundial de la Salud y la Asociación Española de Pediatría recomiendan la lactancia exclusiva los 6 primeros meses, para introducir después poco a poco otros alimentos distintos de la leche.
Aunque a partir de los 6 meses se empiecen a introducir alimentos distintos de la leche con el comienzo de la Alimentación Complementaria, la leche sigue siendo el alimento principal del bebé y así debe ser hasta el año aproximadamente.
Esto quiere decir, que lo más importante en su dieta será la leche, materna o artificial, por lo que no se deben sustituir tomas de leche por comida. Lo ideal es ofrecer primero el pecho o biberón y, después, la comida que hayamos escogido.
Hay que tener en cuenta cuando preparamos la comida del bebé, que sea sin sal ni azúcares, equilibrada y variada. Tu bebé puede comer lo mismo que el resto de la familia si así lo deseas, pero siempre de forma adaptada.
La lactancia materna es la mejor alimentación para tu bebé, así que si decides alimentarlo con lactancia materna exclusiva (los 6 primeros meses), estarás tomando la mejor decisión. Como dijo el pediatra Carlos González “Si existiese una vacuna con los beneficios de la lactancia materna, los padres pagarían lo que fuera por comprarla”.
La Organización Mundial de la Salud recomienda continuar con la lactancia materna hasta al menos los 2 años, pero puede continuar todo el tiempo que la mamá y el bebé decidan. Al contrario de lo que piensa mucha gente, la leche materna no pierde propiedades, sino que se adapta al crecimiento y las necesidades de tu bebé, por lo que le seguirá alimentando durante todo el tiempo que dure la lactancia.
La lactancia materna tiene múltiples beneficios, a continuación, te vamos a contar algunos de ellos:
Además de todo esto, la lactancia materna también tiene beneficios para la mamá, disminuyendo el riesgo de algunas enfermedades como la diabetes tipo 2, algunos tipos de cáncer de ovarios y de mama, enfermedades del corazón, obesidad, osteoporosis…
También ayuda a la mamá a reducir la obesidad, ya que la lactancia materna consume una gran cantidad de energía, por lo que será más fácil recuperar el peso de antes del embarazo.
Otra ventaja de la lactancia materna es que siempre está disponible, en cualquier momento y en cualquier lugar, por lo que es más fácil satisfacer las necesidades de tu bebé. Además, al no tener que estar preparando biberones, evita las infecciones por contaminación (bacterias en la leche en polvo, agua insalubre…) y también los errores en la preparación (si preparamos mal la leche de fórmula podemos provocar una desnutrición en el bebé o una deshidratación).
La lactancia materna supone también un ahorro para la familia, y además ayuda a cuidar el planeta, es la alimentación más natural y ecológica para el bebé.
Cuando hablamos de dar comida a los bebés, nos referimos a cualquier alimento distinto de la leche. Pueden ser papillas o sólidos.
En este tema existe aún hoy en día bastante controversia, pese a que las recomendaciones de la OMS y la AEP son bien claras: la alimentación complementaria se inicia a los 6 meses y con una serie de requisitos.
Por desgracia, existen muchos pediatras desactualizados que siguen recomendando empezar la A.C. antes de tiempo, algunos recomiendan empezar con los cereales a los 4 meses, frutas a los 5 meses, etc. Esto no es correcto, existen muchos estudios que demuestran que el estómago de los bebés no está maduro, ni preparado, por lo tanto, para recibir alimentos distintos de la leche antes de los 6 meses.
¿Por qué se sigue recomendando entonces un inicio de la Alimentación Complementaria precoz? Muchas veces pesa más la costumbre que la lógica, y como “se ha hecho siempre así” pues lo seguimos recomendando. Incluso hay madres y padres que, pese a las recomendaciones de su pediatra de esperar hasta los 6 meses, deciden empezar con la Alimentación Complementaria antes de tiempo, porque su amiga, prima o vecina les ha dicho que no pasa nada y que es lo correcto.
A veces algunos padres y madres piensan que su bebé va a pasar hambre, o que no se está alimentando lo suficiente con la leche. Lo cierto es que ocurre precisamente lo contrario, cuando empezamos a introducir alimentos suele bajar el consumo de leche, y la leche es mucho más nutritiva que una papilla de frutas, por ejemplo, por lo que le estaremos quitando al bebé nutrientes esenciales para su crecimiento y desarrollo.
En My Baby’s Life siempre hacemos recomendaciones basadas en estudios científicos, la Organización Mundial de la Salud y la Asociación Española de Pediatría, ya que la evidencia científica es quien nos muestra la verdad y no las costumbres que tengamos arraigadas como sociedad.
A partir de los 6 meses de edad, podemos plantearnos empezar la Alimentación Complementaria, siempre y cuando nuestro bebé cumpla los siguientes requisitos:
Es también importante una buena coordinación óculo-manual, sobre todo para aquellos bebés que empiezan la Alimentación Complementaria con el método BLW, del que os hablaremos después.
Estas señales nos indican que nuestro bebé está preparado para iniciar la Alimentación Complementaria. Es necesario que se cumplan todas, tanto si vamos a alimentar a nuestro bebé con el método “tradicional” con papillas o si vamos a hacer BLW o alimentación autorregulada por el bebé.
Cuando empezamos con la introducción de la Alimentación Complementaria (con el método que hayamos escogido) debemos tener ciertas precauciones. Existen alimentos que son potencialmente alérgicos, pero cualquier alimento puede provocar una reacción alérgica, por lo que se recomienda siempre utilizar la regla de los 3 días.
La regla de los 3 días consiste en introducir cada alimento nuevo por separado, en pequeñas cantidades y durante al menos 3 días seguidos. Es la forma más sencilla de descartar alergias, ya que si introduces varios alimentos a la vez y tu bebé tiene una reacción alérgica, no sabrás cuál de ellos se la ha provocado.
Además, siempre que se introducen alimentos nuevos es mejor hacerlo por la mañana o al mediodía, nunca por la noche, ya que si tu bebé tiene una reacción alérgica por la noche mientras duerme, podrías no darte cuenta.
A continuación, te explicamos la alimentación del bebé por meses, ya que existen grupos de alimentos que deben introducirse más tarde.
Los bebés prematuros son considerablemente diferentes a los bebés nacidos a término. Se trata de un grupo muy heterogéneo con unas necesidades muy distintas.
En el caso de los bebés prematuros, se debe estudiar cada caso de forma individual, ya que muchas veces, por el hecho de ser prematuros, tienen alguna patología asociada.
Como norma general, se tiene en cuenta que el bebé cumpla todos los requisitos para empezar la Alimentación Complementaria, teniendo en cuenta la edad corregida para el requisito de los 6 meses.
Esto es una generalidad, como comentábamos antes, se debe estudiar cada caso de forma individual, ya que un retraso en el inicio de la Alimentación Complementaria puede afectar al neurodesarrollo y al crecimiento, al igual que empezar antes de tiempo si el bebé no está preparado podría causarle problemas.
Si tu bebé es prematuro, será su pediatra quien te dará las indicaciones de cuándo y cómo empezar la Alimentación Complementaria.
A partir de los 6 meses, con el inicio de la Alimentación Complementaria, es recomendable introducir alimentos ricos en hierro, ya que, a esa edad, las reservas de hierro del bebé se van agotando y es necesario aportarle hierro en su alimentación.
Tradicionalmente, la introducción de alimentos seguía siempre un mismo patrón: cereales, frutas, verduras, carnes y pescados. Hoy en día sabemos que este orden no tiene mucho sentido, ya que los cereales y las frutas, además de no alimentar tanto como la carne o las verduras, tienen un sabor más rico, por lo que el bebé acostumbrará su paladar a los sabores dulces y le costará más adaptarse a otros nuevos sabores.
Lo más recomendable es introducir los alimentos de forma variada, para que desde el inicio el bebé tenga la mayor cantidad de nutrientes posibles, teniendo en cuenta siempre la regla de los 3 días.
Recomendaciones que debes tener en cuenta sobre cada grupo de alimentos:
La parte más alergénica del huevo es la clara, por lo que tendremos que tener especial cuidado con ella. Además, el huevo debe estar bien cocinado para evitar el riesgo de salmonelosis.
Para no olvidarte de qué alimentos puede comer tu bebé, puedes crear una tabla de alimentación para bebés y pegarla en la nevera. Recomendamos crearla y no descargarla de internet, ya que algunas traen información errónea o contradictoria.
Lo más importante de todo es que tu bebé tenga una alimentación variada y saludable, al igual que el resto de la familia. Los hábitos alimenticios que tenga durante la infancia le repercutirán en su salud a lo largo de toda la vida.
El BLW (Baby Led Weaning) o alimentación autorregulada por el bebé, es una forma de iniciar la Alimentación Complementaria, huyendo del método “tradicional” de las papillas y triturados.
El BLW no es simplemente comer sólidos, en el BLW es el bebé el que gestiona su alimentación. Los alimentos se ofrecen cortados de forma específica, generalmente en trozos alargados, que le resulten al bebé fácil de agarrar con su mano para poder comerlos. De esta forma, el bebé explora, interactúa con la comida, conociendo distintas texturas, colores, olores y sabores.
Es muy normal que al principio coma muy poco y la mayor parte de la comida acabe en el suelo, es parte del proceso y del aprendizaje. Poco a poco su interés irá aumentando y comerá más cantidad.
Una de las ventajas del BLW frente a la alimentación con papillas, es que se respetan las señales de hambre y saciedad del bebé. Cuando el bebé no quiera comer más, no lo hará. En cambio, cuando alimentamos a nuestro bebé con papillas, es habitual “forzarle” a comer un poco más, muchas veces sin ser necesario.
Para poder iniciar la Alimentación Complementaria con el método BLW, es necesario que tu bebé cumpla una serie de requisitos. Estos requisitos son los mismos que para iniciar la Alimentación Complementaria con papillas. Como comentábamos antes, los requisitos son: tener al menos 6 meses de edad, mantenerse sentado solo sin ayuda, haber perdido el reflejo de extrusión y mostrar interés por los alimentos.
Se recomienda también tener nociones básicas de primeros auxilios, siempre que se pueda es mejor acudir a un curso de formación presencial, es muy importante saber cómo actuar en caso de atragantamiento.
Debemos saber distinguir una arcada de un atragantamiento, una arcada es algo habitual y es el bebé el que debe gestionarlo, no te debes asustar, ya que es algo completamente normal. En cambio, ante un atragantamiento debemos saber cómo intervenir de la forma adecuada.
Hay quien piensa que un bebé sólo se puede atragantar comiendo sólidos, pero también existen los atragantamientos con papillas, por lo que es muy importante saber cómo reaccionar en esa situación.
Para evitar sustos, lo mejor es comer en una postura adecuada (siempre sentados, no semi tumbados) y evitando distracciones (televisión, juguetes) para que se centren en lo que están haciendo. Si sientas a tu bebé en una trona, es mejor no atarle los arneses, ya que en caso de tener que actuar con rapidez, será más difícil sacar al bebé.
Una de las ventajas del método BLW, es que el bebé está incluido en la rutina familiar de comida. Habitualmente se le ofrece la misma comida que al resto (adaptada en forma y tamaño, sin sal, etc.) y eso le motiva mucho más a la hora de comer. Toda la familia estará más relajada y disfrutando de un momento juntos.
El BLW no es una moda reciente, ya que antiguamente cuando no existían las batidoras, los bebés comían sólidos, solo que antes eran las madres o cuidadores quienes le daban al bebé los alimentos, con el BLW el bebé come solito.
El BLW fomenta la autonomía de tu bebé, ya que será él quien agarre los distintos alimentos para comerlos, aprendiendo a comer solo desde el principio. Además, evita tener que hacer una transición de papillas a sólidos, ya que empiezan a masticar desde el principio.
Otra de las ventajas del método BLW es que ayuda al correcto desarrollo psicomotor, interviniendo en la coordinación óculo-manual, psicomotricidad fina y gruesa, masticación, etc.
Si estás pensando en alimentar a tu bebé con este método, debes tener cuidado con el déficit de hierro, ya que, como el bebé come lo que quiere, puede producirse un descenso en la ingesta de hierro, que es muy necesario en esta etapa. Para evitar esto, debes ofrecer gran variedad de alimentos ricos en hierro y también alimentos ricos en vitamina C, que ayuda a su absorción.
En definitiva, la alimentación de los bebés es un tema muy importante, ya que de ello dependerá su salud durante la infancia y también repercutirá en su salud adulta. Crear rutinas de alimentación y hábitos saludables es fundamental, a esto debemos añadirle siempre una correcta higiene bucodental, para evitar caries y otras enfermedades no deseadas. Recuerda, lo más importante es que la alimentación sea sana, variada y equilibrada, así tendrás bebés sanos y felices.
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